El Código Técnico de Edificación (CTE) es el marco normativo que establece las exigencias que deben cumplir las edificaciones que se llevan a cabo en España en relación con los requisitos básicos de seguridad, habitabilidad y accesibilidad recogidos en la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE). Este código se ha modificado recientemente para incluir novedades relacionadas con la mejora de la eficiencia energética de los edificios. ¿Quieres saber qué implica la modificación del Código Técnico de Edificación?
Modificación del Código Técnico de Edificación
La modificación del Código Técnico de Edificación se centra en mejorar el aislamiento de los edificios, así como su rendimiento en términos de consumo de energía y de emisiones. Por lo tanto, la implicación del mismo con las instalaciones de calefacción y refrigeración es directa. Asimismo, contiene mejoras para garantizar una mayor salubridad y seguridad en los edificios. Pero ¿cuáles son estos cambios?
Aislamiento de los edificios
Según la nueva normativa, que entró en vigor a finales del 2020, los edificios de nueva construcción deben reducir un 20 % la emisión de gases contaminantes, ahorrar un 20 % en consumo de energía y disponer de un 20 % más de energías renovables.
Por un lado, los nuevos edificios deben lograr un mejor coeficiente de transmitancia térmica. Es decir, los materiales de aislamiento utilizados en la construcción de las cubiertas, paredes, muros exteriores y suelos tienen que ser más aislantes. De esta manera, se impide la entrada del calor en verano y del frío en invierno. Y ¿cuáles serán las consecuencias de un mejor aislamiento?
- En invierno hará menos frío, por lo que no será necesario encender la calefacción durante tanto tiempo. Además, se podrá optar por sistemas más eficientes. El resultado de todo ello será una reducción del consumo y de las emisiones a la atmósfera.
- En verano el ambiente será más fresco, por lo que se gastará menos energía en enfriar los edificios. Asimismo, se deberán reducir las filtraciones de aire para evitar pérdidas de temperatura y se mejorarán los sistemas de ventilación natural.
Por otro lado, será obligatorio mejorar el aislamiento térmico de ventanas, persianas y puertas, así como de los cerramientos acristalados. También se deberá proteger a las construcciones del sol para que los edificios no se calienten tanto en verano y se requiera menos aire acondicionado. Se pide, además, incrementar la condensación en ventanas y otros elementos de los edificios para garantizar un nivel de humedad interior mayor. De esta forma, no se necesitará utilizar la calefacción durante tanto tiempo.
Energías renovables
Según el nuevo CTE, los edificios que se construyan o se reformen a partir de la entrada en vigor del mismo deben ser más eficientes energéticamente. La energía que se utilice en ellos tiene que provenir de fuentes renovables en su mayor medida, como la luz solar, que se puede utilizar para la generación de agua caliente y energía eléctrica, pero también para ser la fuente de un sistema de refrigeración. En los dos casos mencionados, la electricidad consumida tendría su origen en una fuente renovable.
El nuevo CTE establece la cantidad máxima de energía primaria que podrá consumir un edificio en un año. Este límite incluirá la energía demandada por los sistemas de calefacción, refrigeración, ventilación y ACS en los edificios residenciales, mientras que en los edificios dotacionales se incluirá también la iluminación.
Para definir los límites del consumo se utilizarán dos indicadores: el límite de consumo de energía primaria NO renovable y el límite de consumo de energía primaria total. En resumen, será necesario reducir el consumo de energía primaria de forma considerable y utilizar energía procedentes de fuentes renovables (50 % en nueva construcción y 30 % en reforma).
La aerotermia pasa a convertirse en una solución óptima para la climatización y el ACS de los nuevos edificios. Para poder dar respuesta a las necesidades de ACS, es posible que se requiera el apoyo de otras energías renovables, como la energía solar térmica o la energía solar fotovoltaica. Esta última será una de las instalaciones de referencias en los edificios residenciales, ya que permitirá aportar energía renovable.
En definitiva, el nuevo CTE obliga a apostar por las energías renovables como fuentes de energía principales y a que los profesionales se encuentren en continua formación para poder adecuar sus proyectos a la nueva normativa.
Consulta toda la información sobre las modificaciones del Código Técnico de Edificación en este enlace.
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